domingo, 9 de diciembre de 2012

La primera Navidad de Daniela

 Hace mucho tiempo nació en el seno de una familia muy humilde Daniela. Sus padres eran unos campesinos que trabajaban unas pobres tierras que poseían en las afueras de un próspero pueblo.
Todos los días el padre se levantaba de madrugada para trabajar las tierras y traer algo con que comer, la mujer se dedicaba a atender los pocos cerdos que tenían en un pequeño corral, mientras Daniela dormía plácidamente en su cuna sin tener conocimiento de la cruda realidad.
 Desde muy pequeña, Daniela ayudaba a su madre en la atención de los animales y las labores de la casa en lo que su débil y desnutrido cuerpo le podía permitir.
 A los 10 años su padre enfermó y su madre se rompió una pierna tras una caída. Sin ninguna otra opción, tubo que hacer las labores de campo y del cuidado de los pocos cerdos que quedaban.
 Cada ciertas fechas, la cansada Daniela, oía que desde el cercano pueblo se escuchaban cánticos y festejos. No entendía el motivo, recordaba que desde hacía muchos años siempre sucedía ese acontecimiento.

 Ese año la niña quería comprobar que sucedía en el pueblo y armándose de valor partió hacia allí.
 A la llegada del pueblo encontró que sus calles estaban embellecidas, de las casas colgaban bonitos adornos y la gente caminaba hacia arriba y abajo con una gran sonrisa y los mejores vestidos.
Daniela tenía que saber que sucedía, por lo que fue a preguntar a un numeroso grupo de personas que había en la plaza.
- Perdonad señores, ¿ que sucede ? - Preguntó Daniela.
- ¿ No lo sabes niña ?...Estamos celebrando la Navidad. - Dijo un hombre bigotudo.
- ¿ No sabes que es la Navidad ? - Le dijo una señora que estaba toda emperifollada.
- No, nunca había escuchado sobre eso que llamáis Navidad, ¿ que es ? - Dijo Daniela.
Todos los de la plaza se rieron de lo niña.
- ¡ Jajajajajajaja, no sabe que es la navidad ! - Dijo un niño.
- ¡ Juajuajua, ¿ no veis que es una pobre campesina ? - Dijo otra señora grotescamente maquillada.
- ¡ Y encima esta noche es cuando llega, jajajaja ! - Dijo otro niño bien vestido.
- ¿ Llegar quien ? - Dijo Daniela.
- Llega Santa Claus, a colmarnos de bonitos regalos, pero tu nunca sabrás lo que es eso. Eres una campesina muy pobre. - Dijo un señor que vestía con un traje elegante.
- ¡ Lárgate niña pobre, la navidad no es para ti !- Le dijo una niña con un precioso vestido rosa.
- ¡ Si lárgate !, ¡ Jamás gozaras de los regalos que nos trae Santa Claus ! - Le gritaron.

La pobre Daniela salió corriendo, tropezó y se calló en un charco. Se ensució toda de barro, por lo que las burlas se hicieron más intensas. Todo el pueblo se reía de ella.
 Con las lágrimas en los ojos Daniela regresó a su casa y se refugió en su cuarto a llorar.
La noche calló y Daniela seguía muy triste por las burlas que tubo que soportar.
A la media noche Daniela seguía despierta y escuchó un ruido fuera.
Salió y se encontró a un señor vestido de verde y blanco, con un gorro y una tupida barba blanca. Al lado tenía un trineo tirado por unos renos.
- ¡ Hola señor ! - Dijo Daniela. - ¿ Quien es usted ?...
- ¡ Hola guapa !. No sabía que aquí vivía alguien y...¿ No deberías estar durmiendo a estas horas ?. - Dijo el rechoncho señor.
- Estoy muy triste y no puedo dormir. El pueblo se ha reído de mi porque no se que es la Navidad ni quien es Santa Claus y que las niñas pobres como yo no pueden disfrutar de los regalos que reciben. - Dijo llorando Daniela.
- Bueno, eso no es verdad. La Navidad la disfrutan todas las personas, solamente necesitan estar juntos a sus seres queridos. ¡ Ese es el mejor regalo !. Dijo el señor barbudo.
- ¡ Te haré una proposición, si me ayudas a hacer mi trabajo te recompensaré !
Daniela aceptó la proposición de aquel extraño personaje vestido de verde. Se subió al trineo y empezaron a... ¡ Volar !.
Recorrieron todo el pueblo depositando paquetes dentro de las casas. Daniela le alcanzaba lo que el señor le pedía. Así de esa manera el barbudo amigo de Daniela terminó mucho más rápido su tarea.
Al regreso de la casa de Daniela, el hombretón le dijo :
- ¡ Querida Daniela, yo soy Santa Claus !. Desconocía que tu estuvieras viviendo aquí y te recompensaré por todos los años que no te he visitado en Navidades. Pero para eso necesito que te vayas a la cama a dormir. Mañana lo descubrirás.
Daniela sorprendida se fue a acostar y se durmió del cansancio.
Al día siguiente la niña se despertó y lo que vio fue increíble.
Su padre se había curado de la grave enfermedad, su madre saltaba y corría de alegría ya que su pierna se encontraba bien. Al lado de la chimenea había un montón de regalos, tenían la despensa llena de comida y la casa estaba reluciente y bien decorada.
Al lado de la chimenea había un papel escrito por Santa Claus que decía :
- La Navidad no solo son adornos ni regalos. La Navidad consiste en compartir la bondad, el amor y la generosidad.

Dedicado a mi familia.

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